...Abrir los ojos lentamente, estirar cuan largo eres hasta tener la sensación de haber crecido unos
milimetros, taparte con el edredon hasta la barbilla y mirar como la luz del sol se cuela por las persianas, iluminando los rincones de la habitación. La neblina del sueño impide a la mente recordar nada, el día empieza como un lienzo blanco...
Unos segundos de paz, que para mi son los mejores del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario