lunes, 22 de marzo de 2010

en el Nilo


La leve brisa me acariciaba la piel, jugaba con mi pelo y me refrescaba suavemente. El sonido del motor era tenue, los pajaros piaban en las orillas y el majestuoso sol se tornaba de un naranja acogedor. Las palmeras se recortaban contra la gran esfera que se iba escondiendo, dejando tras de si la quietud y el silencio, la noche había llegado al gran Nilo. A lo lejos sólo el sonido de algun pajaro despistado y el motor de alguna barca volviendo a casa.Y yo allí, sentada, viendo aparecer las estrellas en el gran cielo, navegando por el Nilo y deseando que ese instante de dicha no acabara jamas.

jueves, 18 de marzo de 2010

¿cuando nos hacemos adultos?

Me siento como una niña en el cuerpo de una joven que debe tomar decisiones de adulta
Es extraña esta sensación y mi pregunta es: ¿cuando nos hacemos adultos?
He buscado en internet y he encontrado un artículo de una señora llamada Isabel Hinojosa, en el cual describe lo que es "ser adulto", basandome ene este puedo decir que:

Soy responsable de mis actos, no estoy en deuda con nadie, actúo libremente, rechazo quejas inútiles, no pongo excusas para escabullirme del trabajo, agradezco la ayuda aunque no la pido, estoy abierta a nuevas opiniones aunque no las comparta, sé que no soy perfecta, que me puedo equivocar y rectificar, pero no me veo dispuesta al cambio, se que la realidad es cambiante y que todo es susceptible de ser cambiado pero no me veo capaz de afrontar los cambios.

“No debemos eludir por pereza o egoísmo esos retos personales que la vida a cada uno nos plantea. Descubrir y aceptar esto es muestra del verdadero despertar a la etapa adulta” Así que basándome en la cita del señor Alfonso Aguiló, no soy adulta.

Lo gracioso del caso es que: tengo un trabajo, hago 8 horas diarias más las extras de fin de semana que no cobro, tengo independencia económica, no pido dinero a nadie, con ese dinero pago las deudas que tengo con el banco, pago el piso donde vivo, pago la comida para todo el mes y estirándolo un poco cada mes pago las cenas y copas para salir con mis amigos. (Multiplicado todo por dos porque somos mi pareja y yo), tengo obligaciones para con mi familia, para con mi pareja y para con mis amigos. Me preocupo por ellos, intento ayudarlos y a la vez disfrutar de los momentos en que podemos estar juntos. Cuido de mi mascota, depende completamente de mí, de que tenga una casa donde pueda vivir, de que tenga comida cada día, y de que tenga cariño también. A todo esto le sumo la preocupación del futuro, que si ahorrar, que si liquidar deudas, que si comprar un piso más grande para cuando tenga hijos, porque esa es otra, que vida le quiero dar a mis hijos el día de mañana, sumándole el hecho de si seguiré teniendo trabajo.

Así que es gracioso pensar que aun teniendo todas las obligaciones de un adulto, me sienta como una niña con pánico al cambio, a considerarme realmente adulta y confirmar mis sospechas de que el resto de mi vida va seguir así, repleto de preocupaciones y obligaciones, y que posiblemente estas cada vez sean más grandes e importantes.

Pero no puedo parar el tiempo, tampoco puedo volver atrás, solo hay una dirección en esta vida y creo que me he sentado a un lado de la carretera, viendo a los demás pasar y mirando cómo se las arreglaban ellos. Me parece que tendré que levantarme y empezar a caminar, quien sabe a lo mejor me gusta eso de ser Adulta.

miércoles, 17 de marzo de 2010

lo mejor del día

...Abrir los ojos lentamente, estirar cuan largo eres hasta tener la sensación de haber crecido unos
milimetros, taparte con el edredon hasta la barbilla y mirar como la luz del sol se cuela por las persianas, iluminando los rincones de la habitación. La neblina del sueño impide a la mente recordar nada, el día empieza como un lienzo blanco...
Unos segundos de paz, que para mi son los mejores del día.

lunes, 15 de marzo de 2010



seria tan facil perderse,
seria tan facil desaparecer,
seria tan facil saltar...

Tanto...

Son tantas las cosas que querría hacer...
y en cambio estoy atada a esta rutina que me astía y me consume.
Son tantos los lugares que querría descubrir y conocer...
y encambio siempre los mismos paisajes que me persiguen, las misma imagenes que se solapan haciendome perder las ganas de mirar.
Son tantas las cosas que quiero aprender...
pero las obligaciones no me dan tregua ni tiempo.
Me siento marchitar como una pequeña flor junto a la carretera, asfixiada y vapuleada, algun dia me pisaran y sera el fin de mis sueños.